Los contadores de partículas del aire (también conocidos como contadores de partículas aéreas o airborne particle counters) son instrumentos diseñados para detectar, contar y clasificar las partículas suspendidas en el aire, midiendo su concentración, tamaño y distribución en un volumen de muestra específico.
Estos dispositivos son esenciales para monitorear la calidad del aire en entornos controlados, como salas limpias, donde las partículas (como polvo, polen, humo o contaminantes) pueden afectar la salud humana o la integridad de procesos industriales.
- Principio de dispersión de luz: La mayoría utiliza un láser o fuente de luz intensa que ilumina las partículas en una cámara de muestreo. Cuando una partícula pasa por el haz de luz, la dispersa, y un fotodetector convierte esa dispersión en una señal eléctrica que se analiza para determinar el tamaño y el conteo de las partículas (generalmente en rangos de 0.3 µm a 10 µm o más).
- El aire se aspira mediante una bomba o vacío a través del sensor, y los resultados se muestran en tiempo real en una pantalla o se almacenan para análisis.
- No identifican el tipo de partícula (por ejemplo, si es polvo o bacteria), pero clasifican por tamaño, lo que permite inferir riesgos basados en materiales conocidos en el entorno.
Tipos de contadores
- Portátiles o de mano: Compactos para inspecciones rápidas en campo, ideales para auditorías de calidad del aire interior.
- Remotos o fijos: Instalados permanentemente para monitoreo continuo en sistemas HVAC o salas limpias.
- Avanzados: Algunos miden también temperatura, humedad o contaminantes como PM2.5, y cumplen estándares como ISO 21501-4 o ISO 14644.
Usos principales
- Salas limpias y certificación: Verificar que la concentración de partículas cumpla con normas para industrias como farmacéutica, electrónica o biotecnología, previniendo contaminaciones en procesos sensibles.
- Calidad del aire interior (IAQ): Monitorear contaminantes en oficinas, hospitales o entornos laborales para proteger la salud (por ejemplo, detectar riesgos de asma, bronquitis o cáncer por exposición prolongada).
- Industrias específicas: En HVAC para validar filtros HEPA, en laboratorios para investigación médica, o en entornos con materiales peligrosos para seguridad laboral.
- Cumplimiento regulatorio: Ayudan a cumplir con estándares como EU GMP Annex 1, FDA o normas locales para validación de entornos controlados.
Estos dispositivos requieren calibración periódica para precisión y son clave en la prevención de problemas como fallos en procesos o riesgos sanitarios.
Si necesitas más detalles o información sobre su uso en un contexto específico, ¡avísame!